15 de abril de 2020

EL MISTERIO DE LA ÚLTIMA PIEZA - CAPÍTULO XIII

EL MISTERIO DE LA ÚLTIMA PIEZA

CAPÍTULO XIII


PUERTAS, PUERTAS, PUERTAS

Hace ya unos capítulos que no hacemos recuento de pistas, ni de todas las cosas que nos habéis enseñado, pero Snail Holmes no ha dejado de llenar los rulos de su concha, pero todavía tiene alguno vacío y lo más importante es que aún no hemos encontrado la pieza que nos falta para completar el puzle, así que no debemos desfallecer en la búsqueda.

Gracias a vosotros sabemos que:
- El astronauta de Salamanca está en la fachada de su catedral.
- Hemos visto la rana en la fachada de la Universidad, así que vamos a aprobar.
- Nos habéis contado leyendas de varios sitios, gracias a una de ellas descubrimos el pasadizo secreto en Ávila.
- Conocemos los nombres de varios ríos, ciudades, pueblos, monumentos, fiestas populares, dulces típicos,….

Y en el capítulo anterior nos habéis dicho que:
- Los toros que vimos se llaman: Los Toros de Guisando, que en el libro Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, ya se mencionaban.
- El camino por el que vamos es la Cañada Real Leonesa y las huellas que vimos son de ovejas, que es el animal que va por ellas. Esta cañada va de León a Badajoz y pasa por Toledo, así que no nos hemos perdido.
- El lugar donde nos encontramos es el Jardín Encantado y está es San Martín de Valdeiglesias.

¡QUE HARÍAMOS SIN VOSOTROS!

Aunque habíamos perdido algo de tiempo, visitar El Jardín Encantado y ver sus espectaculares figuras, había merecido la pena, además ya sabemos que vamos por buen camino y que Toledo no está muy lejos, así que volvimos al sidecar, no sin antes echar una ojeada a ese pueblo tan bonito que se llama San Martín de Valdeiglesias, que seguro que tiene muchas cosas interesantes, pero tendremos que volver en otra ocasión a visitarlas.


Emprendimos camino, al poco rato vimos un desvío a un pueblo llamado Cenicientos, que nombre tan curioso, no teníamos pensado desviarnos pero a lo lejos vimos algo extraño, antes de que Snail nos lo dijese ya estábamos encaminándonos hacía donde estaba, ¿Serían nuestros extraños?. Rápidamente ya estábamos a su lado, ¡era una enorme piedra!, medía más de 6 metros de altura, era gigante y tenía talladas algunas figuras humanas y de animales, ¿Qué será esa piedra?, pero no eran nuestros extraños, ni había rastro de ellos por allí, así que volvimos para continuar nuestro camino.

Fuimos pasando cerca de muchos pueblos, hasta llegar a la provincia de Toledo, allí encontramos uno que nos llamó mucho la atención, está en una llanura que se extiende entre tres ríos, pero lo que más nos gustó fue su nombre, Torrijos, ¿sabéis por qué?, pues porque nos recordó a un postre típico de Semana Santa, ¿Sabéis que postre es? ¿Os gusta? ¿Y el nombre de los ríos entre los que está este lugar?.

No nos detuvimos, aunque nos hubiese gustado, pero vimos un cartel que indicaba que si seguíamos por la carretera, en lugar de la cañada, en unos pocos Km llegaríamos a nuestro destino y no podíamos perder ni un minuto.

Por fin vimos una ciudad situada a 100 m. de altura, junto a un río, que casi seguro era uno de los que pasaban por Torrijos ¿Lo será?, era Toledo.

En la parte más alta tenía un gran edificio, ¿Qué será?.


Nos acercamos para entrar, encontramos con una muralla y en ella una puerta, “Puerta de Bisagra”, por la que las personas entraban caminando para acceder a la ciudad, aparcamos el sidecar y entramos. 

Subimos por una callejuela y llegamos a otra puerta la del “Cristo de la Luz”, ¡esta ciudad está llena de puertas!. 

Empezamos a callejear buscando los mazapanes o pistas de nuestros extraños, en nuestro recorrido pudimos ver la catedral, la sinagoga de Santa María la Blanca y la de Samuel Haleví, la mezquita de Bab al-Mardum, que es el edificio más antiguo de Toledo,… ¡Cuánto hay para ver y todo precioso!. Una señora muy amable, nos explicó que esta ciudad fue considerada la Ciudad de las Tres Culturas, ya que en ella convivieron pacíficamente judíos, cristianos y musulmanes y usaban habitualmente tres lenguas (¿Sabéis cuáles eran esas tres lenguas que se hablaban aquí?).

A la entrada de una de las iglesias, había una gran cola de gente esperando para entrar, la mayoría eran extranjeros, intentamos hablar con alguno de ellos para saber por qué estaban allí, ellos no hablaban nuestro idioma, ni nosotros el suyo, así que solo logramos averiguar que era la Iglesia de Santo Tomé, (¿Qué habrá en esta Iglesia de Santo Tomé que tantas personas quieren entrar?). No podíamos detenernos para averiguarlo, nuestro objetivo eran los mazapanes, mejor dicho, nuestro objetivo eran los extraños, pero ya que estábamos allí tendríamos que probar algún mazapán ¿no?, jejeje.

Nos acercamos a una tienda de regalos que había en una calle cercana, Snail decidió entrar para preguntar si tenían mazapanes, pero una vez dentro nos vimos rodeados de espadas, armaduras, y escudos medievales.

- Buenos días – dijo Snail – hemos entrado buscando mazapanes ¿los tienen?

- No señor, aquí estamos especializados en espadas, cuchillos, navajas, armaduras y escudos, ya que como sabrán Toledo es famosa por su buen hacer en el forjado y templado de estos elementos.

- Lo desconocíamos

- Pues en el año 192, cuando el General romano Marco Fulvio Nobilior conquistó esta ciudad, observó que la forma de trabajar el hierro y la forja que teníamos aquí, hacía que nuestras espadas, cuchillos o dagas fuesen más resistentes y de mayor calidad que las suyas.

- Interesante

- Hoy en día seguimos teniendo gran fama. ¿Quieren ustedes alguna?

- No, gracias, como le he dicho anteriormente estamos buscando mazapanes, le agradeceríamos mucho que nos indicase dónde podemos encontrarlos.

- Los hay en muchos establecimientos, pero tal vez los que más fama tienen son los de la Confitería Santo Tomé, que los elaboran desde hace muchos años (¿Desde cuándo los elaborarán?), si van por esa calle llegarán al Plaza Zocodover, allí la encontrarán.

- Le estamos muy agradecidos por la información, volveremos en otra ocasión para ver con más detenimiento sus espadas y armaduras, son magníficas.

Aún permanecimos dentro  un rato, porque Snaill Holmes parecía estar muy interesado en las armaduras, ¿Querría hacerse una? ¿Os lo imagináis con armadura?, jijiji (Si os lo imagináis, podéis mandarnos un dibujo de Snaill Holmes con armadura al correo de Pulpi, que os recordamos que es pulpi@baudilioarce.com).
 
Salimos, recorrimos la calle que nos habían indicado hasta llegar a la Plaza Zocodover. Estaba llena de gente disfrutando de sus terrazas y paseando, aunque en otras épocas seguro que la utilizaban para otros fines (¿Por qué se llamará Zocodover? ¿Para que la usarían antiguamente?).

Debajo de un soportal vimos unos grandes toldos en los que se podía leer: MAZAPÁN - SANTO TOMÉ - CONFITERIA - SANTO TOME, ya para allá que nos dirigimos.


Y sus escaparates eran ¡¡¡IMPRESIONANTES!!! ¡¡¡UN PARAISO PARA GOLOSOS!!!, a estas alturas de la aventura, supongo que muchos de vosotros ya os habréis dado cuenta de que los dulces nos gustan mucho, bueno a Snail no, el seguía sacando de vez en cuando trocitos de lechuga de su concha y comiéndolos tranquilamente.

Rápidamente nos dirigimos a Snail y le dijimos:

- Sr Snail es imprescindible entrar en esta confitería.

- ¿Imprescindible?

Parecía que adivinaba nuestras intenciones de probar los mazapanes, él estaba mirando muy intensamente hacía una puerta que había al lado de la confitería, otra de las muchas puertas de Toledo (¿Sabéis cual es?).


- Por supuesto – le contestamos - está claro que si nuestros extraños buscan mazapanes pueden estar aquí.

- De acuerdo, entremos – no parecía muy convencido pero accedió –

No hizo falta que lo dijese dos veces, rápidamente entramos, pero Snail aún se quedó un rato fuera observado aquella puerta,  y…

¡QUE RICOS LOS MAZAPANES!
¡ESTABAN BUENÍSIMOS!

Pero sólo pudimos comprar una caja porque Snail Holmes entró y con cara de enfado nos dijo:

- ¿Ya habéis preguntado por los extraños?

- Íbamos a hacerlo ahora mismo – contestamos con la boca llena de mazapán -

- Disculpe, ¿habrá visto por aquí unos extraños que están realizando un viaje desde Oviedo y que estaban interesados en comprar mazapanes?

- Lo siento por aquí pasan muchos extraños cada día, no paramos un segundo de trabajar, nos resulta imposible saber de dónde vienen, simplemente compran nuestros productos y se van.

- Muchas gracias.

Salimos de nuevo al soportal, Snail fue directamente a la puerta que había estado observando, la cruzó y se dirigió a una papelera que había al otro lado, en su borde había varios gorriones que estaban comiendo algo que había en su interior, nos pidió que nos acercáramos, los pájaros salieron volando, aunque no se fueron muy lejos, seguramente tenían intención de seguir con su festín en cuanto nos fuésemos.

Asomándose al borde nos dijo:

- Mirad, ¿qué os parece eso?

Miramos fijamente hacía donde nos estaba indicando y vimos en el fondo de la papelera algo de basura.

- ¿Sabéis lo que es?

- Pues basura, restos de algo.

- Si, pero de algo muy concreto, si os fijáis bien veréis que es un envoltorio de papel que contiene restos.

Volvimos a mirar con más atención y efectivamente era eso.

- Sr Snail, es un papel con lo que parecen cortezas de queso.

- ¿Y no os dais cuenta de qué queso es?

Lo observamos mejor y…

- ¡Queso de Zamora! – exclamamos –

- Exactamente, alguien ha estado aquí comiendo ese tipo de queso y por lo visto lo ha terminado, ya que ha tirado el envoltorio y las cortezas del posiblemente último trozo que le quedaba.

Continuó hablando:

- Sabemos que a los extraños les quedaba poco queso, pero que antes de ir a buscarlo vendrían a buscar mazapanes, así que es muy posible que ya hayan estado aquí y que ahora se dirijan a buscarlo.

- ¿Estarán aún por aquí?

- Creo que ya habrán reemprendido su camino, pero no hace mucho porque los gorriones aún no han acabado con los restos de comida y comen más rápido que vosotros – nos dijo mirándonos de reojo -

- Pues démonos prisa, puede que estemos a punto de darles alcance - contestamos sin darnos por aludidos -

- Si, no debemos demorarnos mucho, pero hay un problema.

- ¿Cuál?

- Tenemos que averiguar hacia dónde han ido.

- ¿Y cómo lo averiguamos?

- Pues una manera de hacerlo sería averiguar cuál es el queso que buscan.

- Y cómo lo averiguamos.

 - Pues mirando las pistas que tenemos.

Empezó a revolver en sus rulos y comenzó a sacar pistas de aquí y de allá, las fue desenrollando y comenzó a leer:

- El queso que buscaban no es el de Zamora.
- Es de una raza de oveja que no es ni castellana ni churra.
- Es cremoso
- Tiene un fuerte olor
- Hay cerca de aquí una cañada real, que va de León a Badajoz, por la que van ovejas.

Después dirigiéndose a nosotros dijo:

- Debemos averiguar que razas de oveja pasan por esa cañada. Si con la leche de alguna de esas ovejas se fabrica un queso que sea cremoso y que tenga un fuerte olor. Y lo más importante, dónde elaboran ese queso, porque casi seguro que nuestros extraños van hacia allí.

- Pero, seguimos sin saber hacia dónde ir – comentamos -

- En principio, teniendo en cuenta que nuestros extraños vienen de Oviedo, pasaron por León y han estado caminando por la cañada, puede que continúen su camino por ella en dirección a Badajoz,  podemos tomar esa dirección mientras hacemos las averiguaciones que os he dicho.

Sin decir ni otra palabra volvió a meter las pistas en los rulos, se dirigió al sidecar, subió y desapareció dentro de su concha.

Cómo vamos a averiguar alguna raza de oveja que no sea churra o castellana, además debemos saber si usan la cañada de León a Badajoz, si con su leche se hace un queso cremoso con un fuerte olor y, si es así, dónde se hace ese queso.

¡Menudo lío!
¡Qué difícil!

No tenemos más remedio que pediros de nuevo ayuda.

¿Sabéis si hay alguna raza de oveja que no sea churra o castellana, que pase por la cañada real, posiblemente en dirección a Badajoz?
¿Sabéis si con la leche de esas ovejas se hace algún queso que sea cremoso y con fuerte olor?

¿Dónde podemos encontrar ese queso?


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