8 de mayo de 2020

EL MISTERIO DE LA ÚLTIMA PIEZA - CAPÍTULO XIX


CAPÍTULO XIX

¡UNA RANA EN UNA TABLA!

Así que esta ciudad es Mérida, la capital de la Comunidad de Extremadura, pues qué bonita es.

Snail Holmes miraba su brújula y antes de volver a meterse en su concha, dijo:

- Hay que seguir dirección noreste, es por ahí – nos señaló la dirección con sus cuernos - y desapareció.

Como se volvió a meter en su concha, porque era evidente que no le gustaba nada el calor y hacía bastante, decidimos ir saliendo de Mérida muy despacito, para poder callejear un poco y disfrutar de todo el conjunto arqueológico que tiene.

¡Qué cantidad de monumentos tiene!

Además del acueducto y el teatro, también había: un anfiteatro, el Templo de Diana, el Arco de Trajano,…

Pero lo que más nos gustó fue su Circo Romano, seguro que antiguamente en él se habían celebrado carreras de cuadrigas, como las que aparecen en algunas películas 

(¿Sabéis lo que es una cuadriga y cómo se llamaban sus conductores?, seguro que vosotras también las habéis visto en alguna peli).


Para terminar cruzamos sobre su puente romano, que está sobre el Río Guadiana (sí que es largo este río, nos habéis dicho que es el 3º más largo de la península), vimos que aquí también hay una Alcazaba, era tan interesante como la que habíamos visto en Badajoz (¿Habrá también un aljibe en ella?).


Nos gustó mucho Mérida, pero después de nuestro despiste, entre provincia y ciudad (gracias por explicarnos la diferencia), no podíamos perder tiempo, pusimos rumbo noreste tan rápido como un galgo (que como nos habéis dicho que es un perro autóctono de España que es rapidísimo, puede alcanzar los 70 Km/h).

Aún íbamos hablando de Mérida, cuando vimos un cartel que indicaba la dirección a seguir para llegar al EMBALSE PROSERPINA, sin pensarlo dos veces nos dirigimos allí.
 
No tardamos nada en llegar a la orilla y encontrar un cartel informativo en que además de decir las actividades de recreo que se podían hacer, explicaba que este embalse era de origen romano, se había empezó a construir en el Siglo I a.C., (Nosotros ya yo sabíamos gracias a vuestras informaciones) y desde él se llevaba agua a Mérida a través del Acueducto de los Milagros .

Estábamos leyendo que recoge agua de lluvia y de dos arroyos… cuando Snail apareció. (Nos quedamos sin saber que arroyos son los que llenan ese embalse, podéis decírnoslos si queréis).

- ¿Dónde estamos?

- En el Embalse de Proserpina

- Pues acerquémonos a la orilla – se bajo del sidecar y se acercó al agua –

No había personas bañándose, ni actividades de recreo, porque ya era última hora de la tarde, pero en la mitad del río había alguien que parecía que nos estaba saludando.

Snail sacó los prismáticos, miró hacía allí, sacó su megáfono y empezó a croar por él.

La figura comenzó a acercarse a nosotros y para nuestra sorpresa resultó ser una rana subida en… ¡UNA TABLA!.

Nunca habíamos visto una rana subida en una tabla (¿Qué estaría haciendo?¿Practicando algún deporte?).

Parecía muy amigable, rápidamente empezó a hablar con nosotros.

 - Hola, ¿han venido a disfrutar del embalse?

- Hola, nos encantaría – contesto Snail – un chapuzón nos vendría muy bien, pero estamos trabajando.

- ¿Trabajando? ¿Aquí?, pero si esta es una zona de recreo, aquí hay que venir a divertirse.

- Como ya le hemos dicho nos encantaría divertirnos un rato, pero estamos en medio de una investigación, buscamos a unos extraños que pueden haber estado por aquí.

- Por aquí pasan muchos extraños

- Ya nos lo imaginamos, pero los que andamos buscando sabemos que van o vienen de la zona de La Serena y además estaban buscando un embalse, porque creemos que traían un recado para alguien de parte de una rana llamada Ramona que vive en las Lagunas de Villafáfila.

- Pues están de suerte, si que he visto a esos extraños

- ¡De verdad!

- Por supuesto, yo misma he estado hablando con ellos.

- ¿Podría decirnos sobre qué?

- Pues sí, venían buscando a mi amiga la Rana Lola, querían darle un recado de parte de su prima la Rana Ramona.

- ¿Y podría decirnos dónde está su amiga?

- Les puedo decir lo mismo que a ellos, se fue a buscar olas.

- ¿Cómo dice?

- Si, en este embalse no hay muchas olas y ella quería divertirse a lo grande, así que decidió irse de vacaciones hasta las playas de  Andalucía,  en concreto a las de Cádiz.

- En Cádiz hay muchas playas, será muy difícil localizarla.

- No creo, solo deben buscar su furgoneta.

- ¿Su furgoneta?

Revolvió en una bolsa que llevaba, sacó una fotografía y nos la enseño.

 - Miren esta es la Rana Lola en su furgoneta, seguro que no hay dos iguales.

- Pues tiene usted razón, es muy llamativa, no será difícil de encontrar.

- ¿No sabrá si los extraños siguen aún por aquí?

- Han pasado la tarde disfrutando del agua, pero ya se han debido de ir, uno de ellos estaba muy impaciente por ir a por Torta de la Serena, así que supongo que ya estarán de camino.

- No la entretenemos más, nos ha servido de gran ayuda.

- Ha sido un placer y por favor si ven a la Rana Lola díganle que su amiga la Rana Amapola practica todos los días para poder ir a buscar olas con ella.

- Se lo diremos, muchas gracias.

¡Qué suerte habíamos tenido encontrando a la Rana Amapola!

Nos había dado mucha información, además nos levantó el ánimo saber que no habíamos perdido la pista a los extraños y que no nos sacaban demasiada ventaja.

Como  ya era tan tarde decidimos pasar la noche en el camping que había allí y madrugar para dirigirnos a La Serena.





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