CAPÍTULO
XIX
¡UNA RANA
EN UNA TABLA!
Así que
esta ciudad es Mérida, la capital de la Comunidad de Extremadura, pues qué
bonita es.
Snail
Holmes miraba su brújula y antes de volver a meterse en su concha, dijo:
- Hay que
seguir dirección noreste, es por ahí – nos señaló la dirección con sus cuernos
- y desapareció.
Como se
volvió a meter en su concha, porque era evidente que no le gustaba nada el
calor y hacía bastante, decidimos ir saliendo de Mérida muy despacito, para
poder callejear un poco y disfrutar de todo el conjunto arqueológico que tiene.
¡Qué
cantidad de monumentos tiene!
Además del
acueducto y el teatro, también había: un anfiteatro, el Templo de Diana, el Arco
de Trajano,…
Pero lo
que más nos gustó fue su Circo Romano, seguro que antiguamente en él se habían
celebrado carreras de cuadrigas, como las que aparecen en algunas películas
(¿Sabéis lo que es una cuadriga y cómo se llamaban sus conductores?, seguro que vosotras también las habéis visto en alguna peli).
(¿Sabéis lo que es una cuadriga y cómo se llamaban sus conductores?, seguro que vosotras también las habéis visto en alguna peli).
Para
terminar cruzamos sobre su puente romano, que está sobre el Río Guadiana (sí que es largo este río, nos habéis dicho
que es el 3º más largo de la península),
vimos que aquí también hay una Alcazaba, era tan interesante como la que
habíamos visto en Badajoz (¿Habrá también un aljibe en
ella?).
Nos gustó
mucho Mérida, pero después de nuestro despiste, entre provincia y ciudad (gracias por explicarnos la diferencia), no podíamos perder tiempo, pusimos rumbo
noreste tan rápido como un galgo (que como
nos habéis dicho que es un perro autóctono de España que es rapidísimo, puede
alcanzar los 70 Km/h).
Aún íbamos
hablando de Mérida, cuando vimos un cartel que indicaba la dirección a seguir
para llegar al EMBALSE PROSERPINA, sin pensarlo dos veces nos dirigimos allí.
No
tardamos nada en llegar a la orilla y encontrar un cartel informativo en que
además de decir las actividades de recreo que se podían hacer, explicaba que
este embalse era de origen romano, se había empezó a construir en el Siglo I a.C.,
(Nosotros ya yo sabíamos gracias a
vuestras informaciones) y desde él se llevaba agua a Mérida a través del
Acueducto de los Milagros .
Estábamos
leyendo que recoge agua de lluvia y de dos arroyos… cuando Snail apareció. (Nos quedamos sin saber que arroyos son los que llenan ese
embalse, podéis decírnoslos si queréis).
- ¿Dónde
estamos?
- En el
Embalse de Proserpina
- Pues
acerquémonos a la orilla – se bajo del sidecar y se acercó al agua –
No había
personas bañándose, ni actividades de recreo, porque ya era última hora de la
tarde, pero en la mitad del río había alguien que parecía que nos estaba
saludando.
Snail sacó
los prismáticos, miró hacía allí, sacó su megáfono y empezó a croar por él.
La figura
comenzó a acercarse a nosotros y para nuestra sorpresa resultó ser una rana
subida en… ¡UNA TABLA!.
Nunca habíamos
visto una rana subida en una tabla (¿Qué estaría haciendo?¿Practicando
algún deporte?).
Parecía
muy amigable, rápidamente empezó a hablar con nosotros.
- Hola, ¿han
venido a disfrutar del embalse?
- Hola, nos
encantaría – contesto Snail – un chapuzón nos vendría muy bien, pero estamos
trabajando.
- ¿Trabajando?
¿Aquí?, pero si esta es una zona de recreo, aquí hay que venir a divertirse.
- Como ya le
hemos dicho nos encantaría divertirnos un rato, pero estamos en medio de una
investigación, buscamos a unos extraños que pueden haber estado por aquí.
- Por aquí
pasan muchos extraños
- Ya nos lo
imaginamos, pero los que andamos buscando sabemos que van o vienen de la zona
de La Serena y además estaban buscando un embalse, porque creemos que traían un
recado para alguien de parte de una rana llamada Ramona que vive en las Lagunas
de Villafáfila.
- Pues están
de suerte, si que he visto a esos extraños
- ¡De
verdad!
- Por
supuesto, yo misma he estado hablando con ellos.
- ¿Podría
decirnos sobre qué?
- Pues sí,
venían buscando a mi amiga la Rana Lola, querían darle un recado de parte de su
prima la Rana Ramona.
- ¿Y podría
decirnos dónde está su amiga?
- Les
puedo decir lo mismo que a ellos, se fue a buscar olas.
- ¿Cómo
dice?
- Si, en
este embalse no hay muchas olas y ella quería divertirse a lo grande, así que
decidió irse de vacaciones hasta las playas de
Andalucía, en concreto a las de Cádiz.
- En Cádiz
hay muchas playas, será muy difícil localizarla.
- No
creo, solo deben buscar su furgoneta.
- ¿Su furgoneta?
Revolvió
en una bolsa que llevaba, sacó una fotografía y nos la enseño.
- Pues tiene
usted razón, es muy llamativa, no será difícil de encontrar.
- ¿No sabrá
si los extraños siguen aún por aquí?
- Han pasado
la tarde disfrutando del agua, pero ya se han debido de ir, uno de ellos estaba
muy impaciente por ir a por Torta de la Serena, así que supongo que ya estarán
de camino.
- No la entretenemos
más, nos ha servido de gran ayuda.
- Ha sido un
placer y por favor si ven a la Rana Lola díganle que su amiga la Rana Amapola
practica todos los días para poder ir a buscar olas con ella.
- Se lo
diremos, muchas gracias.
¡Qué
suerte habíamos tenido encontrando a la Rana Amapola!
Nos había
dado mucha información, además nos levantó el ánimo saber que no habíamos
perdido la pista a los extraños y que no nos sacaban demasiada ventaja.
Como ya era tan tarde decidimos pasar la noche en
el camping que había allí y madrugar para dirigirnos a La Serena.
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