EL MISTERIO DE LA ÚLTIMA PIEZA - CAPÍTULO X

CAPÍTULO X

¿DULCES O QUESO?

Os habéis dado cuenta de todo lo que nos habéis ayudado a lo largo de esta “aventura”, tenemos un montón de pistas y hemos aprendido muchas cosas sobre los caracoles, las ranas, los dulces, los quesos, las harinas, la boa, el chorlito, el Duero, el Bernesga, los Arribes, Gaudí, León, Astorga, Zamora, Salamanca, la Casa de las Conchas…., nos habéis hablado de cómo se revelan las fotos, de los meandros, de ranas famosas y…

Gracias, gracias, gracias, a todos vosotros, también a vuestros padres, madres y abuelos.

 Aunque ahora comiencen las vacaciones de Semana Santa, nosotros no vamos a parar, seguiremos investigando, no queremos perder ni un minuto, ni que “los extraños” se escapen, así que no cogeremos vacaciones y por supuesto seguiremos pidiendo que nos ayudéis, si queréis, aunque sean vacaciones.

Con todas las pistas que teníamos, la concha de Snail Holmes parecía casi un Arco Iris, pero aún tenía unos cuantos rulos vacíos, seguro que acabaremos llenándolos todos para descubrir dónde está la pieza que falta en el puzle.

Como nos dijisteis que la rana está sobre de una calavera nos pusimos a mirar encima de todas las que veíamos en su fachada y…

 ¡LA ENCONTRAMOS!

¡VAMOS A APROBAR!

Pero además de buscar la rana, miramos también por los alrededores buscando alguna pista, pero no encontramos nada de nada.

- ¿Qué hacemos ahora?

Snail Holmes se quedó pensativo, después de unos minutos dijo:

- Si los extraños han estado aquí, después de tan largo viaje seguro que la Rana Ramona habrá querido acercarse a algún sitio con agua para darse un chapuzón. Vamos a acercarnos hasta el río que pasa por esta ciudad y veremos si están por allí.

¿Por esta ciudad pasa un río?, no teníamos ni idea, 

¿Vosotros sabéis que río es?

Comenzamos a andar, pasamos por delante de otro edificio delante del cual también había un grupo de personas mirando hacia la fachada, por supuesto no resistimos la tentación de preguntarles que miraban y ¿sabéis que era?, miraban ¡¡¡UN ASTRONAUTA!!!

 

¡Cuántas curiosidades hay en Salamanca!

Si algún día pasáis por allí no dejéis de ir a ver el astronauta, claro que para ir a verlo antes deberéis saber en qué edificio está ¿Sabéis cual es?.

Sin detenernos continuamos hasta llegar a un puente romano, nos asomamos desde él a mirar las orillas del río, no veíamos ranas por ninguna parte.

Snail se metió en su concha y salió con otro de sus raros aparatos, que, por supuesto, no sabíamos qué era, ni para que servía.

¿Nos podéis decir qué es y para qué sirve?

De repente empezó a gritar por el aparato: 

- “RANA RAMONA, RANA RAMONA, RANA RAMONA” - seguro que se escuchó por toda Salamanca.

-   

No había pasado ni 5 segundos cuando comenzó a haber un enorme jaleo en las orillas del río, fueron apareciendo ranas por todos lados.

Snail seguía diciendo:

- Rana Ramona, Rana Ramona.

 

Al otro lado de río se escuchó:

- ¿Quién me llama?

¡Allí estaba la Rana Ramona!

¿Podría darnos ella alguna pista para encontrar la pieza?

Snail, sin soltar el “aparato”, dijo:

- Señora Rana Ramona, estamos buscando a unos extraños con los que usted ha estado viajando estos últimos días, podría decirnos dónde están.

- No sé dónde están, yo solo les he acompañado hasta aquí para ver la estatua de mi prima que está en la Universidad, después me he venido al río a pasar unos días antes de volver a Villafáfila.

Snail seguía gritando:

- ¿Pero sabe a dónde han ido?

- No lo sé, uno quería ir hasta una provincia cercana a buscar dulces, porque se le habían acabado unos que había comprado en Astorga y el otro quería ir a por queso, porque ya le quedaba muy poco de una cuña que traían de Zamora, así que no se si  fueron en busca de dulces o de queso, pero creo que ganaría el  mayor de ellos, aunque algo dijo de que los dulces que había en la ciudad a la que quería ir no eran sus favoritos, porque a él le gustaban los dulces con harina y los de la ciudad más cercana eran solo de huevo y azúcar.

- ¡Y deje de gritar de una vez! – sin decir ni un croa más, se zambulló en el río y desapareció.

Allí nos quedamos pensativos, sin duda eran los extraños que estábamos buscando, nuestra investigación iba por buen camino, pero para encontrarlos teníamos que ir a una ciudad que tuviese unos dulces o a una que tuviese queso.

Como no teníamos más pistas decidimos hacer caso a la Rana Ramona, si ella pensaba que habría ganado el mayor, iríamos a la ciudad de los dulces de huevo y azúcar.

Volvimos hasta la Plaza Mayor a buscar nuestro sidecar, para poder emprender de nuevo el viaje, pero necesitamos saber...

¿Qué dulces hay que sean solo de huevo y azúcar?

¿A qué ciudad tenemos que ir para encontrarlos?

¡ESPERAMOS VUESTRA AYUDA!