CAPÍTULO
XII
Algunos de
vosotros fuisteis tan rápidos contestando que casi antes de acabar las yemas ya
estábamos picando en la concha de Snail Holmes.
Toc, toc,
toc
Los
cuernos de Snail aparecieron
-¿Qué
queréis?
- Tenemos
una pista que podría servirnos
- Decidme
- Hay una
leyenda que dice que hay un pasadizo que comunica secretamente los edificios de
la Catedral y el Palacio Episcopal, que se usó para facilitar la entrada de soldados, hasta el siglo XVII, cuando la
catedral también servía como fortaleza.
- Pues si
servía para entrar, también debe servir para salir, debemos ir en su búsqueda
Entro de
nuevo en su concha y salió con el plano de la ciudad.
- Dirijámonos
a la Catedral, hay que ir por esa calle.
Echamos a
andar hasta que la encontramos, pero una vez allí teníamos que buscar el
pasadizo, Snail volvió a meterse en su concha, tardo un ratito en volver a
asomar sus cuernos y cuando lo hizo dijo:
- He estado
mirando la leyenda, debemos entrar y dirigirnos a la cabecera del edificio, no
perdamos tiempo.
Una vez
allí empezamos a buscar y debajo de unas capillas encontramos el pasadizo, nos
metimos dentro y empezamos a recorrerlo en busca de los extraños o alguna pista
de ellos, pero llegamos al final sin encontrar nada, estábamos un poco
desanimados hasta que Snail nos dijo:
- Aunque
aquí no hemos encontrado nada debemos de mantener el ánimo.
- Podemos
dirigirnos hacia Toledo, porque unos cuantos amigos nos han dicho que allí hay
unos dulces hechos de azúcar, huevos y almendra, que se llaman mazapanes.
- Muy buena idea, seguro que van hacía allí, si nos damos prisa, puede que les demos alcance por
el camino – de repente cambió su voz - Seguir durante 131 km la carretera
N-403.
Cuando
llegamos nos encontramos con cuatro figuras de gratino que parecían toros, eran
muy grandes, medían más de 2 m. y en dos de ellas había escritos en latín.
Desde
luego no eran los extraños, pero ¿Qué serían esas figuras? ¿Cuál será su nombre y el de este
cerro?.
Buscamos
pistas por los alrededores, pero solo vimos un cartel que mencionaba títulos de
libros en los que se mencionaban estos toros, por ejemplo en El Quijote (Suponemos que sabéis de qué libro os hablamos, ¿o no?).
- No han
estado aquí volvamos a la carretera – dijo Snail -
Volvíamos rumbo a la carretera, cuando vimos lo que parecía una cañada, por la que
claramente se veía que habían pasado animales, (¿Qué
cañada será esta? ¿Desde dónde vendrá y a dónde irá?), Snail nos mandó
detenernos, le obedecimos inmediatamente.
- Llevamos desde
Oviedo siguiendo a los extraños por carretera y siempre van más adelantados que
nosotros, no será que ellos van tomado caminos o atajos, tal vez hayan
seguido su viaje por esta cañada.
Se bajó
del sidecar y comenzó a mirar las huellas que había allí, que eran muchas,
muchas, muchas (¿Qué animales pasarán por aquí?).
De repente
grito:
- Aquí hay
una pista, mirad.
Corrimos
hacia él y en efecto se podían distinguir varias huellas iguales a las de uno
de los extraños, pero no se apreciaba si seguían por la cañada o iban de regreso a la carretera.
- No estaba
claro por dónde debíamos seguir - dijo Snail -
- ¿Qué hacemos, Sr Snail? ¿Habrán ido por aquí los extraños? ¿Llegaremos a Toledo si seguirnos esta cañada?
- Basta de preguntas, creo que debemos arriesgarnos y seguir la cañada.
- ¿Qué hacemos, Sr Snail? ¿Habrán ido por aquí los extraños? ¿Llegaremos a Toledo si seguirnos esta cañada?
- Basta de preguntas, creo que debemos arriesgarnos y seguir la cañada.
Pues nos
arriesgaremos, esperamos
no equivocarnos (Pero si vosotros pensáis que
estamos equivocándonos y que por aquí no vamos a llegar a Toledo, por favor avisarnos y volveremos a la carretera).
Sin mas demora nos
metimos por la cañada.
Íbamos dando vueltas y más vueltas, a veces no sabíamos
si estábamos aun por ella o si nos habíamos metido por algún otro camino,
cuando de repente, nos encontramos en un lugar que parecía mágico, lleno de
fantasía, era como un bosque o un jardín
botánico, tenía como laberintos, había
centenares de plantas de todo el mundo y lo más asombroso estaba lleno de esculturas
hechas con vegetales.
¡SI CON VEGETALES!.
No
sabíamos dónde estábamos, si Toledo estaría cerca o si deberíamos dar la vuelta,
así que mientras esperábamos vuestra ayuda, aprovecharíamos para dar un paseo
por este lugar encantado y disfrutar de sus esculturas.
(Y a ver si alguien nos puede decir el lugar encantado en el que nos encontramos, que estamos un poco perdidos)
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