25 de mayo de 2020

EL MISTERIO DE LA ÚLTIMA PIEZA - CAPÍTULO XXII


CAPÍTULO XXII

¡QUÉ GANAS DE UN CHAPUZÓN!

Quién nos iba a decir que la actual Colombia fue el Nuevo Reino de Granada descubierto Pedro Blasco Martín.

Y gracias por decirnos los nombres de esos importantes filósofos que vivieron en Córdoba.

Como íbamos con la “barriga llena”, gracias al Paticallo que nos habíamos zampado, podríamos llegar hasta Mijas de un tirón, aunque conociéndonos seguro que encontrábamos algo por el camino que nos llamaría la atención y nos veríamos “obligados” a parar, jijiji.


Ya faltaba poco para salir de la provincia de Córdoba, estábamos cruzando una extensa llanura llena de viñas y olivos, cuando descubrimos una ciudad preciosa, redujimos la velocidad para pasar despacito  y poder echarle un vistazo y pudimos descubrir que claramente tenía un pasado judío, seguro que por eso la llaman la “Perla Sefarad” de Córdoba, ¡qué bonita!. Pero debíamos continuar hacía Málaga y así lo hicimos, pero olvidamos algo… 

¿Cuál será el nombre de esa ciudad conocida como la Perla Sefarad de Córdoba?.


Vimos un enorme cartel que decía: “Bienvenidos a Málaga, provincia de ilustres personajes”, ¿conoceríamos a alguno?, nos detuvimos un momento para comprobarlo y nos sorprendió la cantidad de nombres que había, sí que conocíamos a algunos, seguro que vosotros también: Antonio Banderas, Pablo Alborán, Dani Rovira, Fernando Hierro,…


Pero había otros de los que nunca habíamos oído hablar y cuyas historias eran sorprendentes,  como:

- Abbás Ibn Firnás, nacido en el año 810, que fue un sabio que destacó en química, física y astronomía, y que seguro que no os imagináis que fue el primero en realizar unos descubrimientos o trabajos sobre una actividad… ¿Seréis capaces de descubrir esa actividad?

- Anita Carmona Ruiz “Nita”, se cree que fue la primera mujer en… ¿En qué?

¡Qué personas tan interesantes!

Cuando volvamos al Colegio buscaremos información sobre más personajes ilustres, pero no solo de Málaga.

Seguimos carretera adelante y de repente nos encontramos con un paisaje totalmente diferente, ¿nos habríamos perdido?, ¿qué sería ese montón de piedras?, algunas parecían construcciones prehistóricas y otras formaban parte del paisaje, era fantástico. Estuvimos a punto de llamar a Snail para preguntarle si sabía dónde estábamos, pero decidimos continuar un rato para ver si encontrábamos algún lugar que nos sirviese de orientación y tuvimos suerte porque casi al lado estaba Antequera y no tardamos mucho en volver a estar rodeados de cultivos de viñas y cereales.

Por cierto, ¿sabéis que se produce con el fruto de las viñas? ¿Y con el de los olivos?

Con el susto que habíamos llevado pensando que podíamos habernos equivocado, nos había entrado un poco de hambre, pero no nos detuvimos, debíamos llegar a Mijas lo antes posible. Pero claro, al poco rato estábamos en Colmenar, un lugar que se llama así porque tiene muchísimas colmenas  ¡y la miel está tan rica! (Suponemos que sabéis quien elabora la miel en las colmenas ¿no?).

Decidimos hacer una parada muy rápida, “por casualidad” al lado de una confitería, jijiji, entramos y le pedimos a la confitera que nos recomendase algún dulce hecho con miel.

- Verán ustedes, uno muy típico son los pestiños, tenemos de dos tipos, unos aromatizados con naranja y canela y otros con matalahúva y limón, también tenemos galletas que además de miel, llevan aceite y harina.

- ¿Harina?

- Si por supuesto, para la elaboración de muchos dulces se usa harina.

- ¿De maíz?

- Harina de muchos cereales e incluso de legumbres, pero aquí usamos la de trigo.

- Pues pónganos, por favor, unos pestiños con naranja y canela (porque eso de matalahúva nos sonó muy raro ¿Qué será?).

Mientras nos preparaba los pestiños la señora comentó:

- Es curioso, esta misma mañana otros visitantes me han preguntado también por la harina de maíz, porque uno de ellos necesitaba rellenar un saco que llevaba.

¡Nuestros extraños!

- Puede que sean unos extraños que andamos buscando, ¿Sabrá hacía donde iban?

- Creo recordar que iban de vuelta hacia su casa, tenían pensado ir por Mijas, pero antes querían visitar el museo de ese pintor malagueño tan conocido.

- Muchas gracias.

Cogimos los pestiños y salimos corriendo al sidecar para contarle a Snail lo que nos acababa de decir la confitera.

Llamamos en la concha y apareció Snail con cara de pocos amigos, estaba claro que no le debía gustar mucho la canción:

Caracol, col, col
saca tus cuernos al sol
que tu padre y tu madre ya los sacó.

Le comentamos lo que nos había dicho la confitera y dijo:

- Vamos por buen camino, pero siempre nos llevan algo de ventaja, ¿Será porque ellos no se paran a comer tantas veces como vosotros?

- Sr. Snail, nosotros no somos caracoles, necesitamos algo más que unos trocitos de lechuga para alimentarnos.

- Es cierto, pero por favor las paradas tienen que ser más breves o nunca los alcanzaremos, vayamos a Málaga al Museo - sin decir más desapareció -.

Vale iríamos hacía allí, en busca del museo de… ¡De quién!. 

Seguro que en el cartel de personajes ilustres aparecía, pero como había tantos nombres no lo habíamos leído todos y ahora no podíamos dar la vuelta para mirar, seguiríamos hasta la ciudad de Málaga y preguntaríamos allí (O tal vez vosotros nos podríais ayudar si sabéis el nombre de algún pintor famoso que tenga un museo en Málaga).

Colmenar estaba muy cerca de Málaga, así que casi sin darnos cuenta ya estábamos cruzando la ciudad y era evidente que no nos iba a costar mucho encontrar el museo que buscábamos, porque había muchos carteles que indicaban su ubicación, aunque eran todos con unos dibujos un tanto raros.

Íbamos tan centrados en seguir los carteles que sin darnos cuenta pasamos de largo y cuando nos dimos cuenta estábamos en la Playa de la Malagueta, porque Málaga está situada al lado de un mar ¿Sabéis cuál?.

En el paseo marítimo había un olor muy agradable que hasta hizo que Snail saliese de su concha, había personas vendiendo ramilletes de flores, posiblemente el olor procedía de esos ramos, nos acercamos a uno de ellos y sin bajar del sidecar le preguntamos qué eran, nos contestó:

“Pues que van a ser, biznagas malagueñas”, sin decir más dio la vuelta y siguió su camino.

¿Biznagas malagueñas?, ¿qué flor será una biznaga?, no nos sonaba de nada ¿la conocéis vosotros?


Habría sido estupendo pegarse un chapuzón, pero teníamos que ir al museo. 



Estaba muy cerca, así que en un plís plás ya estábamos dentro, ¡a ver si por fin cogíamos a los extraños!.

Muchos de los dibujos que habíamos visto en los carteles eran cuadros que se podían contemplar allí, miramos algunos, pero sin dejar de buscar a los extraños.


Vimos a un guía del museo que estaba limpiando algo que bien podría ser harina, nos acercamos a él:

- Buenos días, ¿es usted guía de este museo?

- Si señores

- Hemos observado que está limpiando lo que parece un rastro de harina

- Así es

- Es normal que haya harina en este museo

- Pues no, pero es que a unos visitantes se les cayó un poco sin que se diesen cuenta

 ¡Nuestros extraños!

- ¿Están aquí esos visitantes?

- Ya se fueron, porque venían a ver el cuadro “Guernica”

- ¿Y ya lo vieron?

- ¡Pero es que ustedes tampoco saben que ese cuadro no está en este museo, ni en esta ciudad, ni en esta autonomía!

Nos respondió con cara de pocos amigos, así que preferimos marcharnos.

¡Cualquiera le decía que no sabíamos dónde está el cuadro Guernica!

(¿Vosotros lo sabéis?)

Además supusimos que los extraños ya estarían de camino a Mijas y no teníamos tiempo que perder.






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