19 de mayo de 2020

EL MISTERIO DE LA ÚLTIMA PIEZA - CAPÍTULO XXI


CAPÍTULO XXI

BURRO-TAXI

Vuestra ayuda sigue siendo indispensable. En este viaje nos estamos encontrando con algunos obstáculos, pero gracias a vosotros los estamos salvando, además nos estáis enseñando muchas cosas que desconocíamos.

Nos habéis descubierto que:

El Anfiteatro de Don Benito se construyó en el Siglo XX, ya nos parecía que no era tan antiguo como los hechos en época romana.

El Embalse de la Serena es el más grande de España ¡Por eso no pareció un mar!, tan grande como para tener en su centro el Cerro Masatrigo.

Los perritos “pequeños” del pastor eran mastines, seguro que son muy bonachones pero dan un poco de miedo por su tamaño.

Y lo más importante que nos habéis dicho es que hay un pueblo llamado Mijas, donde los turistas dan paseos a lomos de burros, que llaman burro-taxis.

¡Pero cómo sabéis tantas cosas!
¡Sois fantásticos!


Entre parar en el Embalse de la Serena y en la quesería, ya era casi mediodía, la temperatura era cada hacía más alta y se nos pasó por la cabeza la idea de cambiar de medio de transporte, pensamos que a lo mejor en una cuadriga podíamos ir más frescos, pero cuando pensamos si seríamos capaces de meternos en ella, con todas las cosas que llevábamos nos pareció un poco complicado, mejor seguir en el sidecar ¿no os parece?, además así Snail Holmes podría seguir sorprendiéndonos sacando y metiendo cachivaches en su concha.

Golpeamos suavemente la concha de Snail y asomó un poco los cuernos, le comunicamos que ya sabíamos que un burro-taxi era un medio de transporte que consistía en pasear a lomos de un burro.

- Efectivamente, por eso debemos ir hacia el sur, hacia Mijas, ya que allí hay muchos burros-taxi en los que pasean los turistas.

Desapareció de nuevo en su concha, dejándonos como siempre sorprendidos por su sabiduría. 

Inmediatamente se escuchó esa voz nasal que ya nos resultaba habitual:

 - Hay que tomar la A-45 durante 330 km para llegar a destino

Sin esperar continuamos nuestro camino, aunque hacer los 330 Km de un tirón nos parecía demasiado, tendríamos que parar a descansar en algún momento, ya veríamos.

Cuando llevábamos menos de 30 km llegamos a un lugar llamado Cabeza de Buey.

Decidimos parar a comer algo, teníamos Torta de la Serena, pero queríamos ir comiéndola poco a poco para que nos durase más días, ya que no sabíamos cuanto iba a durar nuestro viaje.

Vimos un cartel informativo, aparcamos y nos acercamos a leerlo.

Todos los lugares tienen su historia y pueden ser sorprendentes y este no iba a ser menos.

Descubrimos que estábamos a punto de salir de Extremadura, ya que esta localidad está situada a la ribera del río que la separa de Andalucía (No recordamos el nombre de ese río, que es afluente del Guadiana, ¿vosotros conocéis su nombre?).

Nos enteramos que por las Sierras de Cabeza de Buey hay muchas cuevas y pinturas rupestres.

Algo nos llamó mucho la atención, hubo varios conquistadores que nacieron en esta localidad, uno de los más significativos fue Pedro Blasco Martín, que fue uno de los guías que actuaron en la conquista del Nuevo Reino de Granada, que actualmente es… (¿A qué no sabéis que país es actualmente ese Nuevo Reino de Granada?, ¡os va a sorprender!).

Antes de que Snail saliese para decirnos que debíamos continuar, fuimos rápido hacía un restaurante, nos sentamos y empezamos a ojear en la carta, tenían gazpacho, migas, rosquillas y algo que no sabíamos que podía ser, no lo conocíamos, así que decidimos preguntar al camarero, nos contestó:

“Miren ustedes, es un guiso que ya lo dice su nombre: PA de patatas, ATI de manitas de cordero y CALLO de callos de cordero. ¡Ah!, y también lleva morcillita fina de cordero, con su pique y su gracia”

Seguro que estaba muy rico, así que sin perder tiempo, lo que pedimos, lo comimos y nos fuimos. (El nombre del plato ya os lo imagináis ¿no?).

Ya estábamos en Andalucía, que es la Comunidad donde está Mijas, pero para llegar antes teníamos que cruzar la provincia de Córdoba y llegar hasta el sur de la de Málaga.
 
Cuando llevábamos algo más de una hora llegamos a Córdoba, ¡Impresionante!. 

Decidimos cruzar callejeando un poco, para ver alguno de los monumentos que han hecho que sea el mayor espacio urbano del mundo declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Había un puente, un templo, un anfiteatro y varias cosas más de la época romana. También pasamos por su judería, con su sinagoga y su casa Sefarad.

De repente, nos encontramos con un edificio increíble, la actual catedral, decidimos descansar un poco y entrar a echarle un vistazo, nos quedamos asombrados, no se parecía a ninguna otra que conociésemos, seguramente cuando la hicieron no era con la idea de que fuese una catedral, parecía árabe, ¿Qué habrá sido?.

En la parte oeste del casco histórico pasamos por una plaza en la que había tres estatuas de filósofos muy famosos de esta ciudad, nos hubiese gustado saber sus nombres, pero no podíamos detenernos mucho más porque los extraños nos tomarían mucha ventaja.


(Quizás nos los podáis decir vosotros)


Y cuando ya estábamos saliendo, sobre el cauce del río Guadalquivir, que es el que pasa por Córdoba, vimos ¡ONCE MOLINOS!.

En los molinos se hace harina y recordamos que una de las pistas que habían dejado nuestros extraños era precisamente harina, así que decidimos llamar a Holmes y contarle nuestro hallazgo, mientras nos acercábamos hasta ellos.

- Sr Holmes, mire lo que hay aquí

- ¿Dónde?

- Aquí sobre el río

- Molinos, que interesante. Nuestros extraños han ido dejando un rastro de harina, puede que además de dulces y queso también busquen harina y los molinos serían el mejor lugar para encontrarla.

Entramos en uno de ellos, y dentro encontramos al que pensamos sería un molinero, nos atendió muy amablemente.

- Buenos días

- Hola, vienen a realizar  una visita.

- Más bien veníamos a preguntarse si habrán estado por aquí unos extraños interesados en adquirir harina.

- Qué curioso, casi todo el mundo sabe que estos molinos son vestigios de construcciones medievales que actualmente ya no se usan como molinos, se usan con fines culturales y turísticos, sin embargo, son ustedes los segundos que vienen hoy preguntando por harina.

- Puede que fuesen ellos.

- Uno traía un saco, pero estaba roto por una esquina y había perdido algo de harina de su interior, quería saber si teníamos harina de maíz para rellenarlo, pero ya le dijimos que aquí ya no se molía.

- ¿Y qué hicieron?

- Les comenté que si seguían el curso del río a lo mejor encontraban algún molino en el que siguiesen moliendo, pero comentaron que no podían ya que iban hacia Málaga.

¡Eran ellos!

Snail le dio las gracias al señor y después dirigiéndose a nosotros dijo:

- Rápido, reanudemos el viaje, vamos por buen camino.

Snail volvió a su concha y de nuevo se escuchó la voz nasal diciendo:

- Para llegar a su destino continúen por la A-45 durante 163 Km

Dicho y hecho, arrancamos  nuestro sidecar dirección a Málaga.

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