CAPÍTULO
XXI
BURRO-TAXI
Vuestra
ayuda sigue siendo indispensable. En este viaje nos estamos encontrando con
algunos obstáculos, pero gracias a vosotros los estamos salvando, además nos
estáis enseñando muchas cosas que desconocíamos.
Nos habéis
descubierto que:
El
Anfiteatro de Don Benito se construyó en el Siglo XX, ya nos parecía que no era
tan antiguo como los hechos en época romana.
El Embalse
de la Serena es el más grande de España ¡Por eso no pareció un mar!, tan grande
como para tener en su centro el Cerro Masatrigo.
Los
perritos “pequeños” del pastor eran mastines, seguro que son muy bonachones
pero dan un poco de miedo por su tamaño.
Y lo más
importante que nos habéis dicho es que hay un pueblo llamado Mijas, donde los
turistas dan paseos a lomos de burros, que llaman burro-taxis.
¡Pero cómo
sabéis tantas cosas!
¡Sois
fantásticos!
Entre
parar en el Embalse de la Serena y en la quesería, ya era casi mediodía, la
temperatura era cada hacía más alta y se nos pasó por la cabeza la idea de
cambiar de medio de transporte, pensamos que a lo mejor en una cuadriga
podíamos ir más frescos, pero cuando pensamos si seríamos capaces de meternos
en ella, con todas las cosas que llevábamos nos pareció un poco complicado,
mejor seguir en el sidecar ¿no os parece?, además así Snail Holmes podría seguir
sorprendiéndonos sacando y metiendo cachivaches en su concha.
Golpeamos
suavemente la concha de Snail y asomó un poco los cuernos, le comunicamos que
ya sabíamos que un burro-taxi era un medio de transporte que consistía en
pasear a lomos de un burro.
- Efectivamente,
por eso debemos ir hacia el sur, hacia Mijas, ya que allí hay muchos
burros-taxi en los que pasean los turistas.
Desapareció
de nuevo en su concha, dejándonos como siempre sorprendidos por su sabiduría.
Inmediatamente se escuchó esa voz nasal que ya nos resultaba habitual:
Inmediatamente se escuchó esa voz nasal que ya nos resultaba habitual:
- Hay que tomar la A-45 durante 330 km para
llegar a destino
Sin
esperar continuamos nuestro camino, aunque hacer los 330 Km de un tirón nos
parecía demasiado, tendríamos que parar a descansar en algún momento, ya
veríamos.
Cuando
llevábamos menos de 30 km llegamos a un lugar llamado Cabeza de Buey.
Decidimos
parar a comer algo, teníamos Torta de la Serena, pero queríamos ir comiéndola
poco a poco para que nos durase más días, ya que no sabíamos cuanto iba a durar
nuestro viaje.
Vimos un
cartel informativo, aparcamos y nos acercamos a leerlo.
Todos los
lugares tienen su historia y pueden ser sorprendentes y este no iba a ser
menos.
Descubrimos
que estábamos a punto de salir de Extremadura, ya que esta localidad está
situada a la ribera del río que la separa de Andalucía (No recordamos el nombre de ese río, que es afluente del
Guadiana, ¿vosotros conocéis su nombre?).
Nos
enteramos que por las Sierras de Cabeza de Buey hay muchas cuevas y pinturas
rupestres.
Algo nos
llamó mucho la atención, hubo varios conquistadores que nacieron en esta
localidad, uno de los más significativos fue Pedro Blasco Martín, que fue uno
de los guías que actuaron en la conquista del Nuevo Reino de Granada, que
actualmente es… (¿A qué no sabéis que país es
actualmente ese Nuevo Reino de Granada?, ¡os va a sorprender!).
Antes de
que Snail saliese para decirnos que debíamos continuar, fuimos rápido hacía un
restaurante, nos sentamos y empezamos a ojear en la carta, tenían gazpacho,
migas, rosquillas y algo que no sabíamos que podía ser, no lo
conocíamos, así que decidimos preguntar al camarero, nos contestó:
“Miren
ustedes, es un guiso que ya lo dice su nombre: PA de patatas, ATI de manitas de
cordero y CALLO de callos de cordero. ¡Ah!, y también lleva morcillita fina de
cordero, con su pique y su gracia”
Seguro que
estaba muy rico, así que sin perder tiempo, lo que pedimos, lo comimos y nos
fuimos. (El nombre del plato ya os lo imagináis ¿no?).
Ya estábamos en Andalucía, que es la Comunidad donde está Mijas, pero para llegar antes teníamos que cruzar la provincia de Córdoba y llegar hasta el sur de la de Málaga.
Cuando
llevábamos algo más de una hora llegamos a Córdoba, ¡Impresionante!.
Decidimos cruzar callejeando un poco, para ver alguno de los monumentos que han hecho que sea el mayor espacio urbano del mundo declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Había un
puente, un templo, un anfiteatro y varias cosas más de la época romana. También
pasamos por su judería, con su sinagoga y su casa Sefarad.
De
repente, nos encontramos con un edificio increíble, la actual catedral, decidimos
descansar un poco y entrar a echarle un vistazo, nos quedamos asombrados, no se
parecía a ninguna otra que conociésemos, seguramente cuando la hicieron no era
con la idea de que fuese una catedral, parecía árabe, ¿Qué
habrá sido?.
(Quizás nos los podáis decir vosotros)
Y cuando ya estábamos saliendo, sobre el cauce del río Guadalquivir, que es el que pasa por Córdoba, vimos ¡ONCE MOLINOS!.
En los
molinos se hace harina y recordamos que una de las pistas que habían dejado
nuestros extraños era precisamente harina, así que decidimos llamar a Holmes y contarle nuestro hallazgo, mientras nos acercábamos hasta ellos.
- Sr Holmes,
mire lo que hay aquí
- ¿Dónde?
- Aquí sobre
el río
- Molinos,
que interesante. Nuestros extraños han ido dejando un rastro de harina, puede
que además de dulces y queso también busquen harina y los molinos serían el
mejor lugar para encontrarla.
Entramos
en uno de ellos, y dentro encontramos al que pensamos sería un molinero, nos
atendió muy amablemente.
- Buenos
días
- Hola,
vienen a realizar una visita.
- Más bien
veníamos a preguntarse si habrán estado por aquí unos extraños interesados en
adquirir harina.
- Qué
curioso, casi todo el mundo sabe que estos molinos son vestigios de
construcciones medievales que actualmente ya no se usan como molinos, se usan
con fines culturales y turísticos, sin embargo, son ustedes los segundos que
vienen hoy preguntando por harina.
- Puede que
fuesen ellos.
- Uno traía un saco, pero estaba roto por una esquina y había perdido algo de
harina de su interior, quería saber si teníamos harina de maíz para rellenarlo,
pero ya le dijimos que aquí ya no se molía.
- ¿Y qué
hicieron?
- Les
comenté que si seguían el curso del río a lo mejor encontraban algún molino en
el que siguiesen moliendo, pero comentaron que no podían ya que iban hacia
Málaga.
¡Eran ellos!
Snail le
dio las gracias al señor y después dirigiéndose a nosotros dijo:
Snail
volvió a su concha y de nuevo se escuchó la voz nasal diciendo:
- Para llegar
a su destino continúen por la A-45 durante 163 Km
Dicho y
hecho, arrancamos nuestro sidecar dirección a Málaga.
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