5 de mayo de 2020

EL MISTERIO DE LA ÚLTIMA PIEZA - CAPITULO XVIII

 CAPÍTULO XVIII

¿CIUDAD O PROVINCIA?

¡En Extremadura hay casi 30 embalses
y no vimos ninguno!



Ahora que ya sabemos que en Asturias podemos encontrar lagartos ocelados, la próxima vez que salgamos de excursión por el monte nos iremos fijando para ver si vemos alguno, porque nos parecen muy bonitos.


Entramos en la ciudad de Badajoz con la esperanza de haber tenido suerte y haber llegado antes que los extraños, porque sabíamos que ellos tenían pensado ir hasta algún pantano, aunque nosotros no hubiésemos encontrado ninguno de los casi 30 que nos habéis dicho que hay en Extremadura, puede que seamos un poco despistados.

Pensamos que si estaban por allí no nos costaría mucho encontrarlos, ¡pero qué equivocados estábamos!, había muchísima gente, decidimos que lo mejor sería buscar una Oficina de Turismo donde nos pudiesen informar sobre la Torta de la Serena.

Llegamos a un puente sobre un gran río, al otro lado se veía una fortificación.

A la entrada del puente tuvimos la suerte de encontrarnos con un policía, seguro que él nos podría indicar dónde estaba la oficina, Snail entabló conversación con él:

- Hola Sr. Agente

- Buenas tardes, ¿En qué les puedo ayudar?

- Estamos buscando una Oficina de Información Turística, podría indicarnos si hay alguna.

- Si cruzan el río, en la Alcazaba encontrarán dos, además de otras cosas muy interesantes – dijo mientras señalaba a la fortificación –

- ¿Alcazaba?

- Si, la Alcazaba de Badajoz, esa que se ve al otro lado del río Guadiana (así que este río se llama Guadiana, es muy grande, ¿Será uno de los mayores de la península Ibérica?), fue fortificación musulmana en los siglos IX y XIII, castillo mendieval del XIII al XVI y después fortificación de edificación moderna.

- Que interesante historia debe tener esta ciudad.

- Sin duda, por su situación geográfica ha sido eje de las relaciones entre España y Portugal, aquí se han hecho muchos tratados y bodas reales. Aunque no es la capital de la Comunidad de Extremadura, si es uno de sus núcleos mayores de población, aquí siempre hay mucha actividad.
 
- Pues no le hacemos perder más tiempo, cruzaremos el río en busca de las oficinas.

- Es fácil encontrarlas, ven aquella Torre, es la Atalaya –nos dijo señalando a lo alto de la Alcazaba -  pues vayan hacía ella, una vez allí si van hacía la izquierda encontrarán las Casas Mudéjares, allí está una de las oficinas y si se dirigen a la derecha, en dirección a la Catedral, encontrarán la otra.

Le dimos las gracias y cruzamos el puente en dirección a la torre, empezamos a callejear, sí que tenía razón el Sr. Policía, había muchos edificios interesantes, incluso uno que se parecía algo a La Giralda de Sevilla (Igual se llama también La Giralda), cuando llegamos junto a la torre decidimos dirigirnos hacía la izquierda en busca de una de las oficinas, llegamos a un conjunto de casas que debían ser sin duda las Casas Mudéjares y efectivamente allí estaba la oficina.


Observamos que sus escaparates estaban llenos de carteles que anunciaban ferias, festivales, conciertos,… sin duda esta es una ciudad con mucha actividad. Nos llamó la atención en especial un cartel que decía ALMOSSASA BATALYAWAS y decía algo de IBN MARWAN (parecía  un trabalenguas ¿Qué será eso de ALMOSSASA BATALYAWAS e IBN MARWAN?),  pero teníamos que centrarnos en nuestro objetivo, lástima que no estuviésemos de vacaciones.


Una vez dentro de la oficina, nos dirigimos directamente al mostrador para hablar con una de las personas que estaban trabajando allí.

- Buenas tardes

- Buenas  tardes señores, ¿Son ustedes turistas? ¿Están visitando nuestra ciudad?

- Su ciudad nos parece magnífica, pero por desgracia no estamos de turismo, estamos en medio de una investigación.

- ¿Y en qué puedo ayudarles?

Estamos siguiendo la pista de unos extraños, creemos que pueden estar aquí buscando Torta de la Serena.

- ¿Torta de la Serena? ¿El queso?

- Si, efectivamente queso Torta de la Serena ¿Habrán estado hoy en esta oficina informándose sobre dónde encontrarlo?

- Hoy han pasado por aquí muchos turistas, pero no recuerdo que ninguno haya preguntado por ese queso, voy a ver si alguien ha preguntado sobre él a mis compañeros – se alejó de nosotros –

Nos quedamos esperando hasta que volvió.

- Ninguno de mis compañeros ha atendido hoy a alguien que haya preguntado por la Torta de la Serena, lo siento.

- Muchas gracias por habernos atendido.

- Gracias a ustedes por venir a nuestra ciudad.

Salimos y sin mediar palabra Snail Holmes emprendió camino hacia la otra oficina, volvimos a pasar por delante de la Torre de la Atalaya (Que también se conoce con otro nombre ¿Sabéis cual?), fuimos siguiendo los carteles que señalaban hacia la catedral y antes de llegar a ella ya localizamos la otra oficina, entramos y Snail se dirigió inmediatamente a hablar con la chica que estaba trabajando allí.

- Buenas tardes, señorita.

- Buenas tardes, ¿Qué información turística sobre esta ciudad precisan?

- Pues en realidad no buscamos información sobre la ciudad, lo que buscamos es un queso.

- ¿Un queso?

- Si, Torta de la Serena, ¿Sabrá indicarnos algún establecimiento donde encontrarlo?

- Puedo darles información sobre nuestra ciudad, lugares para visitar, curiosidades,… pero sobre la Torta de la Serena solo puedo decirles que supongo que lo habrá en restaurantes y en algún establecimiento de venta de alimentos.

Snail puso cara de no estar entendiendo nada y lanzó una pregunta clave:

- ¿Pero la Torta de la Serena no es un queso típico de esta ciudad?

- No, es uno de los magníficos quesos que hay en nuestra comunidad, pero no es en concreto de esta ciudad, es de la Mancomunidad de La Serena, que está en la zona noreste de nuestra provincia.

- ¿Y por esa zona de la provincia hay embalses?

- Por supuesto, hay varios, uno de los más conocidos es el Embalse de Proserpina, que está cerca de Mérida, en él se puede disfrutar del baño y recreo, también hay un Museo del Agua, un Club de Campo y sus orígenes son…

Snail no esperó ni a que acabase de hablar,  dio las gracias, media vuelta y salió.

Nos quedamos muy sorprendidos con su actitud, además nos hubiese gustado escuchar lo que nos iba a contar sobre los orígenes del Embalse de Proserpina (¿Los sabéis vosotros?).

Una vez fuera nos miró con cara de enfadado, no sabíamos por qué, no entendíamos nada.

- ¡Nos hemos equivocado!

- ¿Qué?

- Sí, nos hemos equivocado, nuestros extraños no se dirigían hacia aquí.

- ¿Cómo dice?

-  Si, nuestros extraños se dirigían a la provincia de Badajoz, no a la ciudad de Badajoz.

- ¿Pero, no es lo mismo una ciudad que una provincia?  (¿Ciudad?, ¿Provincia?, ¿Vosotros sabíais que no es lo mismo una ciudad que una provincia?, ¡Que lío!).

- Por supuesto que no, nuestro error les ha vuelto a dar ventaja a los extraños, no debemos perder ni un minuto más, debemos ir hacia el este, hacia La Serena, además debemos localizar el embalse del que nos ha hablado por si fuese el que buscaban.

Con una rapidez más propia de un galgo que de un caracol, Snail salió disparado hacía el sidecar.

Subió, sacó su brújula y dijo:

- Hay que ir hacia allí, daros prisa.

No nos dio tiempo ni de echar un trago de nuestro botijo, nos tuvimos que poner en marcha inmediatamente, ahora los tres parecíamos galgos (Suponemos que sabéis lo que es un galgo, ¿o no?).

En cuanto nos pusimos en marcha, Holmes desapareció dentro de su concha.


Fuimos tan rápido, que casi sin darnos cuenta recorrimos más de 60 km, pasamos al lado de un acueducto y llegamos al centro de una ciudad donde encontramos un teatro que parecía romano.

Como Snail no había salido aún de su concha y nos apetecía ver aquel precioso teatro, aparcamos justo en el centro de él y nos bajamos a echar un vistazo.


Subimos hasta las gradas más altas, desde allí se podía contemplar todo ese magnífico lugar, pero de repente escuchamos la voz de Holmes:

- ¿Qué estáis haciendo ahí?, estamos retrasándonos, debemos continuar, no podemos pararnos.

Miramos a nuestro alrededor buscándolo, pero no lo vimos por ninguna parte, hasta que nos fijamos que estaba hablándonos desde el sidecar, pero cómo era posible que desde tan lejos lo oyésemos tan bien y no parecía estar gritando. (Si algún día vais al Teatro Romano de Mérida no dejéis de hacer la prueba, poneros en el escenario y decirle algo a alguien que se encuentre en las gradas, ya veréis como os escucha perfectamente, sin falta de que gritéis).

Aunque no sabíamos en que ciudad estábamos, obedecimos a Snail (¿En qué ciudad estaríamos? ¿Será una ciudad importante de la Comunidad Extremeña?), sin perder tiempo volvimos al sidecar y continuamos dirección Este, en busca de La Serena o el embalse.

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