CAPÍTULO
XVI
¿CIGÜEÑAS
O LAGUNAS?
Siguiendo el
plano, las órdenes de Snail y lo que nos
habéis contado de la “Leyenda de la mora encantada”, nos metimos por diferentes
calles para dirigirnos al palacio donde podríamos encontrar el pasadizo por el
que salir rápidamente de Cáceres.
En nuestro
callejeo pudimos ver muchos otros edificios muy interesantes, sin duda este es
otro de los lugares a los que tendríamos que volver con más tiempo.
Nos llamaron
la atención unas “figuras” que pudimos ver en varios tejados, las había con
formas de animales, figuras humanas, seres monstruosos… sus bocas servían de
desagüe de los canalones (¿Sabéis lo que es un canalón?, que no es lo mismo que un
canelón, jajaja) y además de decoración, no sabemos si tienen un nombre
específico (¿Sabéis vosotros cómo se llaman esas
figuras?), había incluso una que tenía forma de mono, seguro que esa
figura se debía a alguna leyenda o algo así (¿El mono
aparecerá en alguna leyenda de Cáceres?).
Con la
rapidez de un caracol llegamos a un edificio del siglo XV, era al Palacio de
las Veletas, que junto a La Casa de los Caballos forman actualmente el Museo de
Cáceres, está situado en la zona monumental de la ciudad.
Antes de
entrar decidimos dar una vuelta por sus alrededores por si localizábamos a los
extraños, pero no los vimos, así que decidimos entrar.
Dentro
había varias salas y un patio interior, no sabíamos dónde podía estar el
pasadizo secreto que cuenta la leyenda, no lo encontrábamos, pero de repente
nos pareció escuchar el cacareo de una gallina y sus polluelos, fuimos
corriendo a ver si los veíamos, porque nos habéis dicho que la leyenda de la
mora encantada dice que quién encuentre uno de los polluelos y lo lleva siempre
consigo tendrá riqueza y fortuna el resto de su vida, pero al llegar lo que encontramos
fue un aljibe musulmán, ¿Os acordáis lo que es un
aljibe? ¿Recordáis que en el libro “Platero y yo” se mencionaban los aljibes
que había en el pueblo de Platero?
Este
aljibe debe ser uno de los más grandes y mejor conservados de la Península
Ibérica, es impresionante, pero lo único que se escuchaba allí era el rumor del
agua.
Continuamos
buscando el pasadizo de la “Mora encantada”, pero no lo vimos por ningún lado,
al mismo tiempo estamos muy atentos por si escuchábamos algún cacareo, como
tampoco vimos gallinas, ni polluelos, nos habría gustado seguir buscándolos
pero Snail Holmes dijo:
- Por aquí
no hay rastro de pasadizos secretos, ni de los extraños, no perdamos más
tiempo, marchemos hacía Casar.
Sin decir
más se dirigió al sidecar, mientras nosotros subíamos se metió dentro de su
concha y se escucho:
- Tome la
carretera CC-30 durante 10,6 km.
Sin
esperar más, arrancamos en busca del queso.
Llegamos
rápidamente y no tardamos mucho en localizar la quesería donde estaban
elaborando la Torta de Casar.
Había
varias personas trabajando, estaban cuajando la leche de oveja, cortándola en
granos una vez cuajada, metiéndola en moldes cilíndricos,…
Se acercó
a nosotros una amable señora que nos invitó a probar la Torta y por supuesto
que aceptamos su invitación.
El queso
tenía una corteza semidura de color amarillento y por dentro era cremoso,
oloroso y muy rico.
Antes de
que Snail pudiese decir nada ya habíamos comprado una torta, jiji.
Holmes le
preguntó a la señora:
- Sabemos
que su queso está riquísimo y que es uno de los más reconocidos de toda
Extremadura, ¿estarán recibiendo clientes sin cesar?
- Aquí no
recibimos a muchos clientes, nuestra producción la mandamos en su mayoría a
tiendas y restaurantes, aunque de vez en cuando si se acercan hasta aquí
algunos.
- ¿En estas
últimas horas habrán estado por aquí unos extraños?, es que los estamos
buscando, creemos que tenían intención de venir a Casar a comprar queso y
también que están interesados en las cigüeñas.
- Pues hoy
solo han estado aquí dos, uno de ellos estaba tan ansioso por comer Torta de
Casar que no espero ni a salir de la quesería para empezarla.
- ¿Y no
sabrá hacía dónde fueron?
- Lo que sé
es que el que devoraba el queso dijo algo de que estaba riquísimo y que se parecía
mucho a su queso preferido. Y el otro, que no dejaba de comer mazapanes, le contestó
que irían a buscarlo, pero que antes debían buscar la laguna, tal vez se
refería a alguna laguna con cigüeñas.
- ¿No sabrá
si hay cerca de aquí alguna de esas lagunas?
- Pues como
no sea el Pueblo Europeo de las Cigüeñas.
- Muchas
gracias, nos ha servido de gran ayuda.
- ¡Y su queso
está exquisito! – gritamos nosotros – mientras salíamos por la puerta “corriendo”
tras Snail.
Una vez
fuera Snail Holmes comenzó a mover sus cuernos y a hablar en voz alta, parecía que estaba reflexionando:
- Los extraños han estado aquí, tenemos nuevas pistas
Acto
seguido, comenzó a rellenar alguno más
de sus rulos, después se dirigió a nosotros:
- La Torta
del Casar no es que queso preferido del extraño, por lo tanto seguro que van a
ir a Badajoz, en busca de Torta de la Serena, que es el otro queso que vuestros
amigos nos han dicho que podría ser el que buscaban.
- Pero antes
de dirigirse hacía allí tienen pensado ir a una laguna, que puede ser la del
Pueblo Europeo de las Cigüeñas, que, gracias también a vuestros amigos, sabemos que es
Malpartida.
Estuvo unos segundos en silencio:
- Debemos averiguar a qué tienen que ir allí. ¿Qué buscarán? ¿Cigüeñas? ¿Lagunas?
Emprendimos
el viaje hacia Malpartida, pero estábamos muy despistados con las pistas nuevas.
¿Cigüenas o
lagunas?
¿Os
imagináis para qué tendrán que ir a una laguna?
¿Habrá
o vivirá algo en las lagunas que les interese a las cigüeñas y a nuestros
extraños y que pueda tener algo que ver en esta historia?
¡Qué lío!
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