En la casería tradicional asturiana, rodeada de pomares, la sidra para consumo propio era una de las producciones características.
La sidra, fermentada o dulce, “del duernu”, acompañaba las celebraciones familiares y las fiestas de trabajo como los “amagüestos” y también, por supuesto, era y sigue siendo la bebida consustancial de las fiestas tradicionales.
En Asturias siempre abundaron las castañas. Ellas fueron alimento principal hasta la llegada del maíz y las patatas, preparadas de muy distintas maneras: cocidas con agua y sal, peladas y comidas con leche, hasta llegar a las asadas o magostadas, en casa o al aire libre. Ahí tiene su origen el “amagüestu”, cuya única finalidad consistía y consiste en comer castañas asadas y beber sidra.
A los amagüestos asistían las gentes del pueblo y alrededores, dónde, además de comer y beber, cantaban y danzaban al son de la gaita y de las panderetas.
Desde hace años, cada otoño, se celebra también en muchos colegios, y desde luego en el nuestro, el Amagüestu. Comemos, por supuesto, las ricas castañas que acompañamos de sidra dulce y aprovechamos para conocer un poco más nuestras tradiciones: juegos, canciones, leyendas…